
Un Leonardo Da Vinci de humanismo versátil con asiento en La Sapienza. Sabiduría sin estridencias. Conocimiento, reposo, background, juicio sereno e incienso realista. Giovanni Maria Vian ha sido el director más aplaudido de la historia contemporánea de L’Osservatore Romano, el diario editado por los papas desde 1861. Experto en Pablo VI y Juan Pablo I. Periodista con Juan Pablo II. Director del periódico vaticano con Benedicto XVI y con Francisco. Testigo privilegiado de la historia reciente de la Iglesia católica, pero en serio, no como los guionistas de Netflix. O como parla Sorrentino. Cree que el papado pierde influencia en un mundo secularizado que, por otra parte, acude más a las iglesias para buscar paz justo cuando arrecian las pandemias. Propone aprovechar el via crucis de este virus para replantear aspectos formales que ubiquen mejor a la Iglesia en el siglo XXI en punto, incluida su comunicación institucional. Aplaude que el mensaje católico sobre derechos humanos, igualdad de la mujer e inmigración han cuajado hasta el fondo entre los patrimonios de la humanidad.
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