Desde abril.
Hoy he pasado por diez farmacias de Madrid. Ni rastro de Daivobet.
-¿Daivo qué?
Una pomada clave para la psoriasis.
-¿Psoria qué?
Una enfermedad crónica de la piel que afecta a más de un 2% de la población. Que ya tiene sus cosas como para que en verano -sol, playa, mar, piscina- no puedas controlártela con la pomada recetada por tu dermatólogo más cercano.
-¿Desde abril, dices?
Yo lo he descubierto por mi cuenta hoy mismo, justo cuando estaba cerrando las maletas. Maletas sin pomada, claro. Pero lee aquí: ¡Desde abril!
-Pues estamos desabastecidos como en Venezuela…
Una farmacéutica -mujer, no empresa- me ha dicho: «Pues de psoriasis no se muere nadie. Desde hace tiempo faltan también medicamentos que son claves en pacientes graves».
Madre mía, madre mía.
Eso sí, cosmética, miel de abeja, homeopatía y cosas de esas en las farmacias no faltan. Nunca.
Ánimo, Montón. Tienes un montón de prioridades para que este Sistema Nacional de Salud del que presumimos todos, y con razón, no se nos bolivarice solo…
Usted ha hecho cierto puntos respetables lejos. Busqué
en Internet el problema y descubrí que la mayoría de la gente aceptará su sitio web.