A 30 kilómetros de Viena y a 13 de las termas de Baden hay un spa espiritual en ebullición donde, con permiso de Iniesta, sí que se escucha el silencio. Heiligenkreuz es el monasterio cisterciense ocupado más antiguo del mundo y funciona ininterrumpidamente desde 1133. Ni los turcos de Kahlenberg ni Hitler han podido cerrar el grifo de vocaciones en este paraíso perdido entre los bosques de la capital austriaca.
Bajo sus techos góticos viven hoy 100 monjes de entre 20 y 90 años. Es la cifra más alta de los últimos dos siglos. El 90% ha encontrado este oasis gracias a Google. Buscaban un parón, reflexionar, replantearse la vida, y se encontraron con Dios en 3D. Vinieron a probar y acabaron colgando los vaqueros para vestirse por la cabeza con el hábito de san Benito.