
Lleva dos décadas prodigiosas en la palestra del humor. Entre Kandinsky y La Mancha. Un “bufón” con pajarita, hijo de José Luis Cuerda, Faemino y Cansado y los Monty Python. De “el trío de Albacete” a La hora chanante y Muchachada Nui. Sigue en el tajo de la tele llevando el dandismo manchego al sumum de la parodia. Y, entre paletadas de cemento armado, afloran verdades como puños: las que dice un ferviente devoto de las novelas rusas y un enamorado del mid century americano. Sin hueco para las guerras frías. Humanista “de gama baja”, dice. Estudió Bellas Artes y hoy es retratista en 360. Actor: “Antes hacía de tontico, ahora, de gestor”. Reyes es siervo de la comedia con duende. Vanguardista. Todo empieza riéndose de sí mismo, y después, de los pies de foto del Hola y de los aprietos escatológicos. Familiar, con sus noches de bohemia de pinchadiscos y sus credos firmes. Lector. Escritor. Persona sobre personaje. Buenagente punto es.
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