
No todo lo que influye es positivo. En las redes, tampoco. El Libro Blanco de la Influencia Responsable, avalado por la Comisión Europea, recuerda que la transparencia, la ética, la legalidad y el compromiso social, además de estar en la esencia del decálogo del buen influencer, son valores que ayudan a mejorar la profesionalidad, la rentabilidad y la calidad del servicio social de quienes se han convertido en referentes públicos desde las redes sociales.
Según el Diccionario de la Real Academia Española, ‘influir’ es un verbo que describe el predominio o la fuerza moral que conlleva la acción de una persona. O una cosa. O una organización. O una causa. O un lobby. O el bien. O el mal. Ante la importancia que adquiere la influencia en esta sociedad tecnológica, iCmedia ha elaborado el Libro Blanco de la Influencia Responsable, una iniciativa promovida por la Comisión Europea y que ha contado con la colaboración de ISEM Fashion School, ConEse Consulting y NewLink Spain.
En estas páginas se consagran las primeras pautas éticas para discernir a los buenos influencers dentro de un pajar. Se trata de una medida que orientará el consumo de los ciudadanos, pero que también influirá, nunca mejor dicho, sobre las empresas, las directrices del márquetin y la profesionalización de los propios influencers online.
Lee el reportaje en la revista Influencers.