
De Finisterre hasta Tierra Santa hay casi un año de camino a pie a cerca de 20 kilómetros al día. Justo en el ecuador -Roma- está ahora mismo Carlota Valenzuela, la joven granadina que protagoniza esta aventura pedestre con una única meta: ponerse “a disposición de Dios” y decirle en cada metro: “¡Aquí estoy! ¡Tú sabrás!”. La expedición en busca del sentido de su vida es un trayecto de introspección, contemplación, sorpresas y “muchas personas generosas” entre signos de interrogación que llena de admiración a miles de espectadores en las redes sociales.
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