Frases de calendario que piden ser esculpidas en las rotondas de las ciudades de España, esas mismas que se adornan con el arte del feísmo aparentemente ilustrado.
«El político se convierte en estadista cuando comienza a pensar en las próximas generaciones y no en las próximas elecciones». Winston Churchill.
«Para el que no tiene nada, la política es una tentación comprensible, porque es una manera de vivir con bastante facilidad». Miguel Delibes.
«Cuanto más siniestros son los deseos de un político, más pomposa, en general, se vuelve la nobleza de su lenguaje». Aldous Huxley.
«La política es un acto de equilibrio entre la gente que quiere entrar y aquellos que no quieren salir». Jacques Benigne Bossuet.
«Los políticos son como los cines de barrio, primero te hacen entrar y después te cambian el programa». Enrique Jardiel Poncela.
«En política pasa como en las matemáticas: todo lo que no es totalmente correcto, está mal». Edward Kennedy.
«En política sólo triunfa quien pone la vela donde sopla el aire; jamás quien pretende que sople el aire donde pone la vela». Antonio Machado.
«La ambición de poder es una mala hierba que sólo crece en el solar abandonado de una mente vacía». Ayn Rand.
«La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados». Groucho Marx. Con perdón.
A la España de las minas corruptas cerca de cada ayuntamiento, diputación, autonomía: ¡Las rotondas son el mensaje! Todas esas esculturas feas, anodinas y antiestéticas por las que nadie da un duro; todas esas figuras pretenciosamente horteras son el reflejo en 3D del derroche moral, que tiene cara de culpable…
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Postdata: En verano le pregunté a Guillermo Solana, director artístico del Thyssem, lo siguiente:
¿Por qué todas las esculturas de las rotondas de España son feas?
-Porque normalmente los que las encargan no suelen tener ni idea de arte. Habitualmente son el concejal o el alcalde de turno, que tienen un amigo que les ha hablado de un escultor… Y cuando se dejan las cosas en manos de no profesionales pasan estas cosas. Algunos políticos creen que el arte es un privilegio más que está en sus manos. Pasa desde Luis XIV. Y eso produce algunos baches lamentables.