Yo no estaba de servicio, pero los periodistas no estamos, somos. (suena himno y ondea la bandera…)
Me he encontrado con Bárcenas, y hemos estado hablando 5 minutos de reloj. No estábamos sólos, así que os pueden llegar sus entrecomillados por otra parte. Las fotos son mías… Lo siento…
Yo voy a lo subjetivo de ese encuentro, que es lo que la prensa instantánea no cuenta.
Al salir de la sala de lo contencioso de la Audiencia Nacional, Bárcenas se ha encontrado con una barrera de periodistas atrincherados detrás de unas vallas amarillas conquistando la calle Prim. Unos 40. Cámaras, micros, grabadoras, y hombres y mujeres, incluidos.
Una compañera ha hecho de enlace para ayudar a Bárcenas a cruzar la calle y poder hablar así con más calma. «¿Puede usted venir por aquí, señor Bárcenas?». A lo que él ha respondido: «¡Pero si ya he hablado con vosotros muchas veces!»… Todo ello sin hacer ningún ademán de desistir.
Ojeroso. Rostro pálido. «Estoy cansado», ha dicho. Y se le notaba. Ojos mirando al infinito mientras declaraba con alegría. Ironía fina detrás de cada palabra. Mi impresión es que está enfadado con Rajoy… Y que está siendo fuerte para ir poco a poco. Las declaraciones ya están en los medios digitales.
Han sido 5 minutos con sonrisa y mirada al cielo de Prim. Pensaba en Génova. Me lo esperaba más discreto, y lo he visto muy a sus anchas. Con ganas de hablar.
Los periodistas han aprovechado la ocasión. Ha sido un canutazo largo. Alguno se ha quedado con la impresión de que el cansancio ha hecho que hablara más de la cuenta y, periodísticamente, estamos de día de suerte. Por eso, cuando me iba, he escuchado a otro compañero decir: «¡Esto ha sido memorable!».
Pues qué quieren que les diga. Yo creo que eso es lo que ha dicho Bárcenas cuando se ha subido al coche…
Grande el post. Te imagino bien paseando por la zona, bien apostado en la esquina, esperando la oportunidad 😉 Sabes que, aunque no sea mi palo, por la mera actualidad y difusión periodística me habría gustado ser tú esta mañana. Pero leerlo también tiene su gracia 😉
Jose
muy bien contado.