Todos los grandes periódicos (de papel) vienen hoy envueltos por un papel de regalo del Banco Santander. Antes, estas publicidades eran muy habituales. Hoy, ha llamado la atención.

Primero, porque hay quien no entiende que los periódicos cuestan mucho, y valen muy poco… al lector. La publicidad paga esa distancia. O pagaba. O pagará. O no.

Segundo, porque los bancos están mal vistos por el postureo de las redes sociales, conformadas de perfiles con sus ingresos desparramados por los colchones de su coherencia… La lógica pura. Además, los Botín agrupan a las escuadrillas del trending topic…

Para mí, la «polémica» (a cualquier cosa le llamamos ya polémica…) que circula por twitter demuestra que mucha gente desconfía de los grandes periódicos. Mucha gente ve en ellos intereses ajenos a la información. Mucha gente ve maniobras políticas y empresariales detrás de las cabeceras. Y mucha gente ya no compra. Nosotros leemos, nosotros decidimos.

Y eso es un perjucio que mezcla más mentiras que verdades, pero que va a costar mucho reventar… Así que mejor no jugar con fuego, aunque ese fuego nos dé de comer…

De todas formas, todo este lío de publicidad en cubiertas me ha traído a la cabeza esta frase que MacArthur, editor del Harper’s Magazine, mientras se hundía la industria periodística americana: «¿Qué quieren que la información sea libre? ¡Bien! ¡También queremos que la comida sea libre, pero los agricultores no son tan estúpidos como los editores o los periodistas”…