Me dan una entrevista con Monago para el 28 de abril. De 2015, eso sí… La pedí cuando el presidente de Extremadura y su amiga canaria fueron noticia. Sólo os digo que eso significa que de aquí al 28 de abril, por lo menos, tendremos declaraciones de Monago por un tubo. Para entonces, ya lo sabemos: todo lo que quiera colocar, lo habrá colocado. Y lo que no quiera colocar, no lo colocará nunca. Los políticos en campaña son así de previsibles y, en el fondo, así de falsos. Cuentan con el consentimiento de las indiferencias que después lo rajan todo en el bar.
Yo prefiero entrevistar a los que me lo ponen más dícil. Prefiero entrevistar a los que no quieren ser entrevistados, como el presidente de Mercadona. Su jefa de Comunicación me llamó por teléfono para decirme que no, que no es costumbre. Prefiería decírmelo de palabra. Que digo yo que no conceder entrevistas es una estrategia de comunicación aceptable, pero sólo si tiene una excepción.
Por cierto: la jefa de Comunicación de la Presidencia del Gobierno de Extremadura es encantadora. Al menos por mail. Y me llama «compañero»…