Ayer mantuve una tuit-conversación con Isabel Sansebastián. La periodista. Bueno, mi intención era mantener una conversación, pero yo creo que ella tenía prisa, o un juicio inamovible. O las dos cosas.
Da igual. La cosa es que ella echó en falta a mujeres en el desayuno con el director de ABC. Y yo eché en falta a jóvenes. Ella me dijo que «los jóvenes llegarían», pero que las mujeres no estaban, porque lo tienen más difícil. Yo le dije que en toda mi experiencia periodística he trabajado en redacciones mucho más femeninas que masculinas. Y que ellas siempre han sido mejores. Guiño. Guiño.
Ella me dijo que puede, pero que la cosa es que ellas ni tienen cargos, ni tienen columnas de opinión, ni tienen premios. Y entonces yo pensé en Marta Michel, Ana Isabel Pereda, Ana Rosa Quintana, Julia Otero, Gemma Nierga, Sandra Golpe, María Ramírez, Ana Pastor, Pepa Bueno, Ana Tagarro, Delia Rodríguez, Maite Rico, Rosa María Calaf, María Escario, Gloria Lomana, Sandra Barneda, Ana Blanco, Helena Resano, Mamen Mendizábal, Mónica Carrillo, Mara Torres, Sagrario Ruiz de Apodaca, Victoria Prego…
En realidad, pensé en algunas. Después pensé en más cuando busqué en wikipedia.
Yo el tema del feminismo en el periodismo no lo veo. He trabajado con grandes profesionales, que tenían vida más allá de la redacción y no se sentían mártires. Y eran buenas. Muy buenas.
En cambio, lo de los jóvenes sí que me preocupa más. Jóvenes ellas, y jóvenes ellos. Porque veo que hay una generación perpetua de periodistas que están en todos los medios a la vez, y no dejan que corran ni el aire, ni las oportunidades.
Dice Isabel Sansebastián que si quiero matarles a los 50 años. En absoluto. Nada más lejos de mí. Me conformaría con matar esa sensación que me queda, subjetiva, por supuesto, de que parar en todos los rincones del periodismo con avaricia es una muestra de sentirse imprescindibles.
Me dice Isabel que sea humilde. Lo intentaré. De verdad. Pero después de leer estos tuits de Paco Marhuenda… Me enerva. Me-enerva Piquero. Como decía aquél…