
Foto: Ingrid Ribas
Tiene 32 años y una mirada firme. Es uno de los pianistas españoles noveles mejor valorados por la crítica. Con seis años puso el ojo en la tecla y disparó una carrera vertiginosa. Nueva York, Londres, Barcelona, el mundo. Cambra podría verse en la cumbre de la música sin barreras, pero la melodía de su vida le lleva también a otras partes. Ha cursado el Programa Executive MBA del IESE y ha entendido que su futuro está entre el arte que lo embellece todo y los negocios que pueden envolver la sociedad con partituras prósperas. Cambra no ve, pero suena.
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